Hay una cantidad importante de agencias y freelancers que se dedican a la comunicación 2.0 en cualquiera de sus ámbitos; ya sea en redes sociales, posicionamiento en general o como community managers en todas sus vertientes. Nuestra reflexión va un poco más allá y nos atañe a todos, un poco más allá del tema de los precios y las tarifas. Nos preguntamos en qué manera se muestra la solidaridad en este negocio.
Como casi recién llegados al sector nos encontramos con un enorme secretismo en este sentido; se compartía y comparte información de todo tipo en internet pero era y es extraordinariamente complicado saber cuáles son los precios medios de cualquier trabajo. Afortunadamente unos cuantos palos y bastantes sinsabores nos permitieron encauzarnos en este sentido además de alguna información que fuimos recopilando por aquí y por allá como, por ejemplo este post de Dolores Vela o la página de nuestro amigo Alberto Marigil que deja clarísimas sus tarifas.
No van por aquí los tiros, no. Cada uno es libre de difundir esta información tanto como desee sino lo que nos gustaría saber es si ¿habéis hecho un trabajo sin haber cobrado nada para empujar a una empresa que lo necesitaba?, o ¿habéis cobrado en especies?, ¿ha sido un hoy por mi mañana por ti?
Esto entronca con un artículo y una reflexión de nuestro amigo José Robles donde comentaba sobre la necesidad del intercambio de actividades, el intercambio de servicios y el cambio de mentalidad para salir de esta crisis no sólo económica sino mental en la que nos encontramos. Iniciativas como la del banco de tiempo funcionan a escala muy local en algunos sitios. ¿Qué proponéis vosotros?
Rompemos nosotros la primera lanza ya que nuestros primeros trabajos fueron para amigos que necesitaban de ese empujón y no sabían cómo hacerlo. Nos liamos la manta a la cabeza y fuimos desgranando tardes de reuniones, charlas y comidas hasta dar con un plan de actuación, el dichoso plan de marketing o el de social media, lo que más se ajustase a sus necesidades.
En breve añadiremos una sección con nuestros clientes para que les sirva a ellos como un expositor más de su magnífica profesionalidad y a nosotros para sentirnos orgullosos de haberles echado un cable.
¿Y vosotros?
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