Es abundante la información sobre el fomento de la creatividad, de cómo incentivarla y cultivarla, de cómo procurarse hábitos saludables a este respecto pero, por lo general, uno se decepciona pronto cuando ve que no cumple más que algunos de los mismos y que, para su desgracia, carece de la fuerza de voluntad para alcanzar el resto.
Estos 12 puntos son fruto de la realidad que me rodea y mis circunstancias así que cada uno es libre de usarlos, descartarlos, ampliarlos o reducirlos como mejor le parezca ya que para nada pretendo sentar cátedra. Tampoco existe ninguna periodicidad relativa a cuándo llevar a cabo cada punto, éstos se deben adaptar al estilo de vida de cada uno.
Índice de contenidos
Leer sobre otros temas
A veces es mejor dar un paso atrás cuando el trabajo o la realidad nos abruma. Es más sencillo y saludable coger un libro que no tenga nada que ver con nuestro ámbito de trabajo y sumergirnos en él. Vale cualquier temática siempre y cuando nos mantenga atentos.
Ver tus series favoritas
Todos tenemos en lista de espera una enorme cantidad de episodios, series que abandonamos y nos gustaría volver a ver. Dale una oportunidad a Dr. Who, Breaking Bad o The Walking Dead, no dejes pasar Juego de Tronos o Penny Dreadful.
Ver películas
No hay nada más relajante que ver una película, sin más, una de esas que te hacen pensar en cualquier otra cosa. ¿Qué te parece «La noche de los muertos vivientes» a oscuras?. Son esos pequeños detalles los que te permiten escapar de la rutina y volar libre.
Jugar juegos de mesa
Sencillos o complicados, en pareja o en grupo, los juegos de mesa, sobre todo si son cooperativos, despiertan y avivan el seso dormido, permiten idear estrategias, comentarlas, encontrar nuevas soluciones, hacer amigos o ganar «enemigos»
Leer cómics
No importa el autor ni tus gustos, si no tienes ninguno ve a la biblioteca más cercana. Valen desde «Mortadelo y Filemón» del insigne Ibáñez a «Sin City» de Frank Miller. Detente en los dibujos, en el guión y los colores, fíjate en los detalles.
Jugar al rol
Aviva la imaginación, deja volar la mente, ponte en los zapatos de otra persona, vive otra vida. Sueña, en definitiva, que cualquier cosa es posible. Enamórate y odia, ama y sufre. Haz amigos y enemigos, haz el amor y la guerra. Todo está a tu alcance, ¿te atreves?
Pasear
Cuando la presión es mucha y la creatividad escasa, pasear nos permite respirar al aire libre, tomar el sol o la luna, andar con rumbo o sin él, acompañado o en solitario. Nos da ese momento de calma para poder ordenar las cosas y, a veces, poner distancia.
Jugar un videojuego
Únete a tus amigos y explora la Puerta de Baldur o resiste hasta el último aliento antes de que los zombies acaben contigo, toca «Free Bird» como si te fuera la vida en ello o machaca la batería con «Paradise City«. Cada uno de esos segundos te transporta lejos.
Dormir
Trabajar mucho y dormir poco es algo que hacemos por deporte creyéndonos, de paso, superhéroes. Por una vez acuéstate temprano y levántate tarde, no te preocupes por el reloj. Intenta por una vez dormir ocho horas y verás como despiertas a un mundo nuevo.
Escuchar música
Usa Spotify o Youtube para explorar nueva música o para encontrar viejos temas, busca en los temas relacionados y déjate llevar. No te cortes con el estilo musical y prueba algo distinto: ¿flamenco, reggae, tecno?
Mirar vídeos
¿Quién no lo ha hecho? Pero esta vez me refiero a vídeos creados por artistas: escultores, pintores, gente creativa de todo tipo. Escúchalos hablar y mira como trabajan, siente sus motivaciones. ¿Se parecen a las tuyas?
Participa en eventos
Sal de casa y acude donde se reúnen otros «humanos», habla con ellos y comparte ideas, escucha y haz preguntas, establece relaciones y entabla conversaciones. Todo el mundo tiene una historia que contar.
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