Índice de contenidos
Introducción al personal branding
Qué es la marca personal o personal branding es algo sencillo de definir pero mucho más complicado de trabajar o percibir. Definimos marca personal como
concepto de desarrollo personal consistente en considerarse a uno mismo como una marca, que al igual que las marcas comerciales, debe ser elaborada, transmitida y protegida, con ánimo de diferenciarse y conseguir mayor éxito en las relaciones sociales y profesionales
Es decir, debemos percibirnos a nosotros mismos como un producto a vender, como la suma de unas características y propiedades apetecibles para nuestros compradores o clientes. Pero, aunque este concepto ha existido desde hace mucho tiempo bajo otros nombres, es complicado poner en acciones concretas los pasos que debemos dar para mejorar nuestra imagen de marca personal en las redes y también en el entorno físico que nos rodea.
Cómo trabajamos nuestra marca personal
Vamos a detallar paso a paso cómo trabajaremos nuestra marca personal y cómo mediremos nuestra evolución.
Quiénes somos
Debemos definir quiénes somos no sólo por nuestros conocimientos sino por nuestros aptitudes y aficiones, qué nos mueve realmente, qué nos apasiona tanto en nuestro trabajo como en nuestra vida personal.
Un buen momento para realizar esta reflexión es cuando nos encontramos en una encrucijada vital o profesional y debemos redefinirnos o reciclarnos para continuar. Toma un papel en blanco o tu editor de texto e intenta escribir cuáles son las cosas que sabes hacer. Este paso es interesante llevarlo a cabo en dos fases: una primera en privado y una segunda con una persona de confianza que pueda aportar o refutar algunos de los datos que hemos reseñado.
No debemos temer el ser muy específicos pues cuanto más concretos seamos más fácil será que aquellos que buscan expertos en una materia nos encuentren.
Cómo nos perciben
El resultado de esta investigación es uno de los puntos clave en la creación de la persona que queremos llegar a ser pues nos da el punto de partida sobre el que trabajar.
Lo primero que investigaremos es la percepción que tiene nuestro entorno personal de nosotros, basta con una charla amistosa y tomar notas de la misma para, después, reflejarla en una serie de puntos, habilidades o conocimientos como en el paso anterior.
Lo siguiente es el entorno profesional que nos rodea y su impresión sobre nuestra profesionalidad, habilidades y conocimientos. Este grupo no tiene que circunscribirse únicamente a nuestros compañeros de trabajo sino también a nuestros clientes y proveedores. Depende del nivel de confianza que tengamos con ellos podemos hacer una reunión informal o enviarles una encuesta para conocer su impresión sobre nosotros.
Por último nuestra reputación online. Para empezar teclearemos nuestro nombre en cualquier buscador y analizaremos los resultados que aparecen: ¿son positivos?, ¿negativos? o ¿neutros? También necesitamos saber quiénes han realizado esos comentarios u opiniones para poder situarlos en su contexto oportuno, ¿reaccionamos con rapidez a una crítica negativa o ni siquiera supimos que la realizaron?, ¿existen comentarios negativos recurrentes en las redes sociales en las que participamos o son ocasionales?
Ante los opiniones negativas siempre debemos actuar con cautela (ver este artículo sobre gestión de crisis de reputación) pero ante todo cuidar al máximo todos los detalles de nuestras intervenciones en público (véase también en las redes sociales) para no incurrir en ofensas o palabras de mal gusto.
Qué objetivos tenemos
Si no sabes donde vas acabarás en otra parte
Esta cita de Laurence J. Peter nos indica la importancia de definir nuestros objetivos, ¿qué queremos llegar a ser?, ¿en qué profesión o área de conocimiento deseamos destacar?
Debemos pues concretar tres aspectos: sector, audiencia y estilo.
El primero es necesario para definir en que área del mercado nos vamos a mover en función de nuestras habilidades, conocimientos y aptitudes actuales y pensando siempre, en qué nos gustaría alcanzar.
El segundo debe ser el resultado de un estudio por nuestra parte de cuál es nuestra audiencia o cuál será nuestro público objetivo, esta segmentación por nuestra parte debe ser tan exhaustiva como podamos pues de ella conseguiremos conocer, con un margen razonable de incertidumbre, nuestro alcance (una buena herramienta para ello es Google Adwords)
El tercero es cómo vamos a comunicarnos y a presentarnos: serios, formales, divertidos, con sentido del humor, atentos, participativos, colaborativos, etc. Lo que nunca debemos olvidar es ser nosotros mismos, ser auténticos sin caer en el insulto o en las ofensas de forma fácil pues, recuerda, todo lo que escribimos en las redes sociales o internet permanece.
Crea tu marca
Escoge el nombre con el que quieres ser conocido. Puede ser tu nombre completo (como Antonio Felipe Martín Reyes) , una abreviatura (como @alexperdel) , un nick (como @neotec) o una combinación de ellos.
Se consistente con este nombre en tus redes sociales y personaliza toda la presencia que tengas en internet ya sean redes sociales, perfiles o webs. Dale un toque distinto usando el storytelling, cuenta algo personal en tu bio y dale ese toque que estás buscando.
Usa colores, logos e imágenes propios y únicos (por ejemplo la ilustradora y miniaturista ªRu-Mor). Puedes usar una fotografía, una ilustración hecho en exclusiva para ti, pero llévalo contigo a donde quiera que vayas en Internet (y también fuera de ella).
Seguiremos trabajando en este concepto en artículos siguientes.
Deja una respuesta